martes, 12 de julio de 2011

Cine caducado: APOCALYPSE NOW



Sé que debería haberla visto hace siglos, pero es que mis padres no me dejaban.
Ahora que ya soy mayor, y aprovechando un descuido de los que pueblan junto a mí el sofá del salón, esta ha sido la mía. En posición horizontal. Como a mí me gusta.

Había oído maravillas. Obra maestra del cine moderno.

Doy fe.

OSCAR 1979 a la Mejor Fotografía y Mejor Sonido. Y yo sin saberlo, ya se los había otorgado.

La fotografía, obra del gran Vittorio Storaro, es sublime. Ningún plano se escapa de unos colores amarillos y ocres que dotan de personalidad estilística al filme, que parece haberse rodado casi íntegramente al amanecer y al atardecer. Manual de uso del claro - oscuro en las secuencias de interior, bellamente iluminadas también.

El sonido es el otro vehículo fundamental que guía al espectador por ese viaje interior del capitán Willard, es ese compañero que no nos abandona en ningún momento desde el hipnótico zumbido de los helicópteros al inicio del film, hasta ese THE END de THE DOORS.

No sé si comentar algo sobre el ritmo del film, ya que me ha tocado ver la versión REDUX esta que se han inventado. En esta versión, el ritmo es perfecto para la frecuencia e intensidad de los acontecimientos. En ningún momento se me hace pesada o lenta. Aunque claro, ya no son las 3 horas y 22 minutos de la original...
Por cierto, cuál de sus dos hijos se parece más a MARTIN SHEEN, CHARLIE SHEEN o EMILIO ESTEVEZ?


Lo que cabe destacar es cómo a través de esa magnífica fotografía, ese impecable sonido, esa interpretación enigmática de MARTIN SHEEN, esa metáfora del viaje río arriba, esas secuencias con travelling mientras la selva explota, esos tipos surfeando mientras llueven los tomahawk, ese ROBERT DUVALL como nunca lo hemos vuelto a ver ('¿hueles eso, muchacho? ¿lo hueles? Es napalm. Nada en el mundo huele así. ¡Qué delicia oler napalm por la mañana!') pinchando la Cabalgata de las Valquirias de Wagner mientras ataca desde los helicópteros, ese grande, grande, grandísimo coronel Kurtz interpretado por MARLON BRANDO ('tienes derecho a matarme...pero no tienes derecho a juzgarme', qué grande!) al que se le ha ido la pinza (¿o es el único cuerdo?), y esa atmósfera filosófica que hipnotiza al más pintado.



Hay secuencias en las que uno piensa cómo narices consiguieron en el año 1979 organizar semejante pijostio, con no se cuántos helicópteros pasando, al mismo tiempo que la selva explota, mientras los soldados van y vienen, con planos verdaderamente angulares y grandes... Planos de esos que no se pueden repetir, y que están perfectamente sincronizados. Olé! Se me saltan las lágrimas!

En esta película no hay buenos ni malos. Solo un viaje interior, una gran metáfora en la que conseguimos comprender a todos y cada uno de los personajes, aunque sean contradictorios.

Sin duda una de las obras maestras de FRANCIS FORD COPPOLA, casi una ópera que podría haber firmado el mismísmo KUBRICK (Sin menospreciar. Lo digo solo por la cadencia narrativa)

Como curiosidad, vemos a unos jovencísimos HARRISON FORD y LAURENCE FISHBURNE. También DENNIS HOPPER aparece en un pequeño papel.

Si eres de los pocos que quedan como yo que todavía no la había visto, vela! corre!
Si ya la viste en su día, este post puede ser una buena excusa para un visionado extra.

- Es que a mí no me gustan las de guerra...
- Es bélica, sí. Pero a medida que avanza la peli te darás cuenta que la guerra queda como el marco en el que se desarrolla un viaje interior, una lucha con uno mismo, un drama, un cambiar las reglas.

Hipnótica y grande.

4 comentarios:

  1. Hay verdades inmutables que se transmiten en las peliculas serias de encuentros bélicos...una es que la guerra es muy puta. Y la otra, es que, conociendo el corazón de los hombres, a la larga, parece del todo inevitable. Se trata de una tristeza muy cierta.

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  2. por cierto, peliculón. Platoon tambien me gustó mucho.

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  3. genial película, horroroso trailer.

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