¿Os acordáis de ROBERT HAYS, ese hombre con cara de buen chico, y con una bola que se iluminaba y que todos deseábamos tener a mediados de los ochenta?
Era la mítica serie STARMAN, el alienígena que volvió a la Tierra en busca de su hijo medio humano medio alien.
La serie, que en general se recuerda con cariño aunque muy ñoña, tenía cosas buenas, como ese malo súper malo que era MICHAEL CAVANAUGH, y esa sensación casi ansiosa por que usase la bola extraterrestre, o que el hijo mestizo diese muestras de su mitad alien.
El rostro de ROBERT HAYS es un rostro conocido no solo debido a STARMAN (serie que acabó dirigiendo), sino que también es recordado por ATERRIZA COMO PUEDAS. También es un habitual de las TV movies estadounidenses y ha tenido apariciones en películas como SUPERHERO MOVIE. A sus 63 tacos sigue en activo.
Lo que no todo el mundo sabe es que la serie STARMAN estaba basada o era la continuación de una película, de nombre homónimo, protagonizada por un joven JEFF BRIDGES, junto a la infravalorada KAREN ALLEN, y dirigida (oh! sorpresa) por JOHN CARPENTER, en una de sus cintas más convencionales, que llegó a la ceremonia de los Oscar de 1984 por su nominación al Mejor Actor para JEFF BRIDGES.
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