lunes, 2 de mayo de 2011

Cine caducado: BURIED


Hay algunas películas que son trasladadas a la papelera de reciclaje en la cabeza nada más que te levantas de verla. Hay otras películas que, a la mañana siguiente, cuando te levantas, todavía viven en tí. 

BURIED es de las segundas.

SINOPSIS: Un hombre se despierta en una caja de madera. Poco a poco se va dando cuenta de que ha sido enterrado vivo, dentro de una operación de secuestro. Tiene poco tiempo para conseguir con la sola ayuda de un móvil y un mechero, que alguien pague por su rescate.

A pesar de las buenas críticas y de los premios cosechados, he de admitir que me lo pensé dos veces antes de tirarme hora y media con la sola visión de un tío metido en una caja de madera. "No voy a aguantar", pensé. Me parecía del todo increíble la etiqueta de thriller con la que se define la peli en las webs especializadas. ¿Cómo va a ser un thriller una peli donde sólo aparece un tío en una caja?

Pues amigos, desde los inquietantes créditos iniciales, desde ese inicio en la oscuridad que dura varios minutos, desde esa ansiedad por respirar... a los pocos minutos, y tal y como ha dicho su director RODRIGO CORTÉS por ahí en alguna comparecencia, las manos las tienes hechas muñones de tanto apretar. Impresionante recital de recursos cinematográficos. En alguna reseña por ahí he leído una frase que le va muy bien a la peli, y que decía algo así como que si HITCHCOCK viese la película, al término se levantaría aplaudiendo y con lágrimas en los ojos. 

Lección magistral de lenguaje cinematográfico a partir de una iluminación exigua, unos movimientos de cámara y de foco que consiguen una peli de acción dentro de una caja de madera (chapó para el dire de foto, EDUARD GRAU), y una interpretación sobresaliente de RYAN REYNOLDS, del que el equipo de rodaje no tiene más que palabras de agradecimiento por su entrega personal en este exigente proyecto. Se dice que el pobre REYNOLDS acababa todos los días en unas condiciones casi deplorables por lo forzado de sus posturas y movimientos, y por la cantidad de arena que tragaba y le caía en los ojos.

A decir verdad, aparece un plano de fuera de la caja, pero dentro. Me explico. En la pantalla de su móvil él ve un vídeo que le envían sobre una compañera suya de trabajo que también ha sido secuestrada. El resto, todo caja.

En el set de rodaje se disponía de varias cajas, cada una abierta por un flanco distinto para poder ir preparando cada plano mientras otros se rodaban, o para conseguir efectos de perspectiva o de tipo psicológico, como el ataúd-pozo, de unos 10 metros, usado en un plano en el que la cámara asciende y asciende en lo que parece ser un ataúd de paredes infinitas.

En cuanto a la iluminación, los elementos cinematográficos eran un mechero tipo Zippo, la pantalla del móvil y una barrita luminosa (glow stick) que dura más bien poco. En el 70% de los planos con iluminación de Zippo era únicamente el Zippo el que iluminaba sin ningún apoyo, sobre todo cuando el mechero estaba en plano. Cuando el encendedor estaba fuera de plano, se usaba la misma fuente pero con tres mecheros Zippo para tener la suficiente luz sin que su naturaleza cambiase. El otro elemento, la pantalla del móvil, hubo que 'tunearla' con leds desde dentro de la carcasa, ya que la potencia de la pantalla no daba para fotografiar el negativo. Además, el sistema de leds era regulado por radiofrecuencia, para conseguir la intensidad lumínica adecuada a cada momento. Además de eso, EDUARD GRAU tuvo que aplicar rellenos muy sutiles para no variar la naturaleza de la fuente luminosa y no adulterar la atmósfera realista de la iluminación.

En definitiva, se trata de una película que casi es un experimento, absolutamente recomendable...salvo si eres claustrofóbico, porque la película mete al espectador dentro de la caja de una manera tan subliminal que cuando está cerca del fin, en los segundos finales, literalmente te descubres a tí mismo aguantando la respiración. De verdad. Es una experiencia real, tangible, física.


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